lunes, 18 de julio de 2016

Respiro:

En cada soplo del viento, respiro, y me siento pronto a resolver el acertijo en el que he convertido mi vida. Aunque no lo logre, aunque aún esté a mil momentos de darme cuenta que decidí mal la primera vez, aunque a veces piense que no hubo primera vez y que no existió, en cada soplo de viento, respiro.

Saber que aún estoy a tiempo, y saberlo bien, leerlo de tus manos y besarlos de tu boca, ya quisiera. Sin nada a que hacer referencia, sin ningún motivo ajeno al que le pueda atribuir mi falta de asertividad porque a veces soy tonto, a veces soy ilustre y a veces en cada soplo de viento, respiro.

El día llegó y por segunda vez te amo, por tercera vez te sueño, pero sólo por primera vez me apego a la idea de la señora que aumenta peso por cada paso que recorre, la única insensata que me hace extrañarte como siempre que no estás, por suerte hay viento, y en cada soplo, respiro.

Y si no fuese por cada sensación entre mi mano y el aire, que le hace complejo el arte de tocarte, que duerme entre mis brazos y se mofa de mí. Qué astuto, me ha hecho pensar como loco, me ha hecho perder la noción del tiempo y ya ha pasado casi un año, tiempo en el que me doy la oportunidad de tomar un soplo de aire y respiro.

A veces te digo lo mucho que te quiero pero te miento, te quiero mucho más que eso. Más que la distancia que me hace desvariar, más que el tiempo que pasa lento y me mata, realmente me mata. Sólo con saber que aún estoy a tiempo logro mantenerme vivo, es bueno saberlo, tomar aire y respiro.

Si en caso de incendio no hubiese vidrio que romper, si en caso de extrañar no estuvieses tú, si en caso de que no tuviese caso y entonces, ese es el caso. Si cada vez que pierdo conmigo mismo descubro que eres el vidrio que en caso de incendio puedo romper cada vez que extraño tu nombre al respirar, y de nuevo respiro.

No hay salto cuántico ni momento que ya viene, es hoy o será cuando sea hoy de nuevo, a veces decido olvidarte pero sólo por hoy, luego vuelve a ser hoy y prefiero olvidar que cuando fue jure no pensarte más, respirarte en caracteres me hace de ideas antes de volver y para que vengas, respiro, cada vez que puedo, cada vez que recuerdo, cuando no, créeme, no respiro, sólo tomo aire. 

martes, 28 de junio de 2016

Al fondo del abismo:


Caí, estuve revolcándome en el lodo del abismo; me llené de miedo, me levanté y seguí.

Descubrí que en el fondo del abismo se encontraba la respuesta a lo que me empujaba y que antes de encontrarla tenía que pelear por ella. La única forma de salir del abismo en el que había caído era intentando pelear por esa respuesta.

Busqué en cada absurdo que recordaba, levanté cada piedra en el camino, tropecé con ellas. Encontré figuras hetéreas y duendes asesinos que hablaban con mentiras.

Inverné en la cueva del lamento, bostecé antes de respirar, aullé como un lobo a la luz de La Luna y me dediqué y cantar. Tomé amantes de sangre, me volví vampiro. Olvidé las metáforas y herramientas para ser feliz. Estuve a punto de volverme loco y logré estar casi cuerdo, me enfermé y curé.

Me obligué a tomar agua del río y bañarme en la cascada, estaba helada, casi no podía respirar, volví a bostezar. Navegué entre los mares y volé hasta llegar a donde estoy. Pasé varias otras cosas más pero las olvidé, nunca dejé de ser Yo.

Le gané la pelea al abismo y encontré la respuesta. Pude subir el risco y de nuevo caminar normalmente. me encontré con actores famosos y melenas rubias de ojos azules, dividí mi tiempo y luego, no era lo suficientemente feliz para seguir, quise abandonar y lo hice pero me arrepentí y lo remedié. Otra vez, seguía siendo Yo.

Aún sigo batiéndome entre el cielo y el abismo, no puedo huir a esa sonrisa que a mi cabeza vuelve loca, no me deja escapatoria y me hace suspirar. 

De vez en cuando caigo pero me vuelvo a levantar, he tropezado tantas veces que se como caer, de pie para la vergüenza, sentado para la esperanza, boca arriba para la cama y de rodillas para tu mirada.

domingo, 26 de mayo de 2013

Al final:

Mis mil y un oportunidades, mis yo contigo y sin ti mi nada. Mi vida y mis mil muertes. Mis esperanzas y tus benditas negativas, tú siempre tú, nunca alguien más. Más tú menos yo. Menos, siempre menos y luego tú con el yo que estaba buscando. Dime que no hay tú sin mí, recuérdame que mis labios son tuyos, recuérdame que tú soy yo menos todos, más amor.

Si todo sea así, no me mientas, ámame, no seas tú sin mí, olvídame, se tú sin todos y yo, yo seré todos menos tú.

Pero no, sigo escribiendo, la soledad es veneno y tu cuerpo es, tú lo sabes, tú me entiendes, tú y tú, siempre tú, siempre, cada siempre tú, entiende a éste pobre yo sin ti.

Me dirías que yo no sé ser yo contigo pero soy más tú sin ti de lo que yo hubiese imaginado. 

Medítame, se yo, luego tú, después tú más yo, siempre tú, entonces, no saber si todo valga la pena pero lo intentaste, lo intentamos, solos tú y yo.

Cómplices tú y yo. Maldíceme, ódiame, muérdeme por primera vez, otra vez. Sácame de tu vida, deja que vuelva a buscarte, déjame amarte mientras me odias, así, mátame, mejor, acaba conmigo, déjame, tírame a la basura.
Mejor, peor, como sea pero que sea, sólo quiero arriesgar todo lo que me queda contigo. No somos lo mejor juntos pero la soledad es peor que el diablo besando tus curvas o que la pilla comiéndome la cartera. ¿Quién va a soportarme? El suelo se hace blando y yo sin ti soy menos yo.

Dime quien y yo lo encuentro, búscame y yo me escondo pero ámame, sólo bésame, sólo hazme el amor y déjame morir en paz, no me digas nada, sólo hazlo, hazme mal, déjame con el café frío por las mañanas, no amanezcas ahí pero duerme junto a mí. Piénsame así como yo no lo hago, grítame como siempre lo hice, pero ámame y mátame de amor. Al final, siempre, al final, nunca fui yo porque no estuviste conmigo. Al final, no hubo comienzo, al final el cuento no tuvo. Tú sin mí eres eso, tú, yo sin ti soy eso, sin ti.